EL SABER DOCENTE UN SABER PLURAL, ESTATEGICO
Y DEVALUADO.
Los
procesos de adquisición y aprendizaje de los saberes quedan, por tanto,
subordinados material e ideológicamente a las actividades de producción de nuevos
conocimientos. Lo que podría llamarse dimensión formadora de los saberes,
dimensión que tradicionalmente los asemejaba a una cultura y cuya adquisición
implica una transformación positiva de las formas de pensar, de actuar y de
ser.
Es
necesario decir que todo saber, incluso el “nuevo”, se inserta en una duración
temporal que remite a la historia de su formación y de su adquisición.
Saberes docentes.
Se
puede definir el saber docente como un saber plural, formado por un amalgama,
mas o menos coherentes, de saber producente, de la formación profesional: al
conjunto de saberes transmitidos por la institución de formación del
profesorado.
La
práctica docente es una actividad que movilizan diversos saberes que pueden
llamarse pedagógicos.
Saberes
disciplinarios: la práctica docente incorpora unos saberes sociales definidos y
seleccionados por la institución. Los saberes de la disciplina surgen de la
tradición cultural y de los grupos sociales productores de saberes.
Saberes
curriculares. Los educadores deben apropiarse
también de saberes “curriculares” con los discursos objetivos, contenidos y
métodos a partir de los cueles la institución escolar y presenta los saberes
sociales como modelos de la cultura erudita y de formación para esa cultura.
Saberes experimentales: los maestros desarrollan
saberes específicos. Se incorporan a la experiencia individual y colectiva en
forma de hábitos y de habilidades, de saber hacer y de saber ser. Podemos llamarlos
saberes experimentales o prácticos”. Los saberes son elementos constituidos de
la práctica docente.
Relación de los
docentes con sus propios saberes: la relación que
los profesores mantienen con los saberes es la de “transmisor”, “portador” u “objetos”
de saber, pero no de productores que pudieran imponer como instancia de
legitimación social de su función y como espacio de verdad de su práctica.
EL DOCENTE ENTE
SUS SABERES: CERTEZAS DE LA PRÁCTICA Y LA IMPORTANCIA DE LA CRÍTICA DE LA
EXPERIENCIA.
Saberes
experimentales: es el conjunto de saberes
actualizados, adquiridos y necesarios en el ámbito de la práctica de la
profesión y que no provienen de las instituciones de formación ni de los
curriculares.
Los saberes experimentales están enraizados en el
siguiente hecho más general: la enseñanza se desenvuelve en un contexto de
múltiples interacciones que presenta condiciones diversas para la actuación del
profesor.
La
actividad educativa no se ejerce sobre un objetivo, un fenómeno que haya de conocer
o una obra que haya que producir, sino de una red de interacción con otras
personas, en un contexto en la que el elemento humano es determinante y
dominante y ene que están presente símbolos, valores, sentimientos, actitudes,
que son susceptibles de interpretación y decisión y que, por regla general tienen
un carácter de urgencia.
Objetivación
parcial de los saberes experimentales.
Los saberes
experimentales adquieren una cierta objetividad en su relación crítica con los
disciplinarios, curriculares, y de formación profesional. La práctica cotidiana
de la profesión no favorece el desarrollo de certeza “experienciales” pero
permite también una evaluación de los otros saberes, mediante su traducción en
su función de las condiciones limitadores de la experiencia
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